domingo, 22 de decembro de 2013

VICTOR RIOBOO EXPLOTA SU MEJOR FINAL PARA VENCER EN VIGO. (Fonte: Xosé Ramón Castro de La Voz de Galicia)

Un especialista del 1.500 se encargó de abrir el palmarés de la prueba que jubiló al Pavo, la carrera decana del atletismo en Galicia. Víctor Rioboo ganó con autoridad la 52 edición del Gran Premio de Navidad, la nueva denominación de un evento que en su apartado femenino tuvo como ganadora a Patricia Mendes, la lusa del Sporting Comesaña.

Rioboo, de nuevo en la Gimnástica de Pontevedra, hizo su carrera. Escondido en la primera vuelta y pletórico después, en especial cuando le quedó el camino libre por los problemas de isquiotibiales de Gustavo Nieves, que parecía el gran candidato al triunfo. «Me plantee salir tranquilo, sin agobiarme para que la gente que iba adelante no se propusiera tirar a muerte y en el momento que me enganché a ellos me fui encontrando muy bien. La pena fue lo de Gustavo Nieves. Cuando él se fue dejando caer yo ya sabía que tenía las de ganar», reconoció el pontevedrés, que no tuvo ningún problema para desembarazarse de Elías Domínguez y Akka Essadaoui, que completaron el podio. Los tres, en compañía de Gonzalo Basconcelo, fueron siempre en cabeza de carrera.

Patricia Mendes, en mujeres

La prueba femenina todavía tuvo menos color. Esther Navarrete, la ganadora del año pasado, fue la única que siguió la estela, e incluso se puso en cabeza en alguna ocasión, de Patricia Mendes, una lusa clásica en las citas de Vigo que aspira a hacer la mínima en maratón para correr con Portugal en Río. «Acabei a carreira pensando que aínda ía a dar outra volta. Non sabía que ia rematar xa, a min gústame correr aquí en Vigo. Pensei que Esther me daría un pouco máis de guerra», comentó con sinceridad la ganadora. Navarrete fue segunda y Sara Pérez se hizo con la tercera plaza por un apretado margen sobre Jenny Fernández, la única gallega que tomó parte en el Europeo de cros.

En la refundada cita compitieron 845 participantes, a los que hay que añadir los atletas en categorías menores. Alrededor de un millar.