luns, 11 de xaneiro de 2016
Algunos corredores fueron a por sus dorsales con la duda de si la carrera de Matogrande finalmente se celebraría, ya que las previsiones meteorológicas avisaban de cielos negros, lluvia y viento. Aún así, confiaron en que la borrasca les diese un respiro y se calzaron sus zapatillas.